Halloween proviene de la expresión inglesa "All Hallow’s Eve", cuyo significado es Víspera del Día de Todos los Santos.
Es una fiesta de origen celta y que se celebra principalmente en Estados Unidos en la noche del 31 de octubre. En España se celebra el Día de Todos los Santos, fiesta que el catolicismo adaptó de los celtas.
La tradición de decorar las casas con motivos siniestros y de disfrazarse de personajes terroríficos se debe a que los celtas se disfrazaban con pieles de animales para no ser descubiertos por los espíritus y ensuciaban sus casas con huesos y calaveras para asustar a los muertos.
El símbolo de la calabaza utilizada por los irlandeses cuando llegaron a América, más grandes y fáciles de ahuecar; sustituyó a los nabos que los celtas ahuecaban y en los que ponían carbón para iluminar el camino de regreso al mundo de los vivos a sus difuntos más queridos y así les daban la bienvenida, a la vez se protegían de los malos espíritus.
Esta calabaza la he hecho para mi peque de dos añitos. En esta edad los niños ya empiezan a tener pesadillas y miedos por cualquier ruido e imagen. Por ello no he querido decorarla con motivos terroríficos. En cambio le he puesto ositos y estrellas todo pintado de azul y blanco. Le ha gustado mucho, sobre todo cuando la vela está encendida y tiene que soplar para apagarla.